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Un 2022 a hombros de gigantes

Un 2022 a hombros de gigantes

    No se deje engañar por el título, no pretendo venderle nada, ni tan siquiera investirme a mí mismo en el Oráculo de Delfos. No pretendo realizar pronósticos, ni acertar, con no fallar me sirve y me basta, mucho menos parecer pretencioso, pero Isaac Newton escribió que gran parte de su éxito se debía a otros: 

«Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes».

    La idea de ir a hombros de gigantes no es nueva y consiste en preguntarse a uno mismo ¿Cómo evitar fallar a la hora de invertir? Bien, hay muchas respuestas posibles a esa pregunta, algunos muy inteligentemente dirán que usando una estrategia determinada, invirtiendo en un producto conservador o directamente no invirtiendo. 

    Esta última respuesta no parece una opción posible para una persona serena, debido a que uno no evita salir de casa porque un día se mojó, y mucho menos con el nivel de inflación más alto de las últimas décadas. Invertir se nos presenta, por tanto, como una obligación inexcusable para mantener nuestro poder adquisitivo a largo plazo.

Yo mismo me hice esta pregunta, y llego a la conclusión de que para hacer este viaje hay que escoger a un buen compañero.

    Por lo general, siempre que empieza un nuevo año el inversor es optimista por naturaleza, por el contrario hay un reducido grupo de "tiquismiquis de la valoración" (yo mismo me incluyo en ese grupo) que siempre tienen la mosca detrás de la oreja y que ahora dicen que la valoración media de la bolsa* cotiza a un múltiplo sobre beneficios futuros relativamente elevado respecto a la media, y como las cosas suelen tender a la media, por aquello que decía otra vez Isaac Newton sobre la gravedad, convendría ser prudente este nuevo año bursátil.

    Humildemente, pienso que las valoraciones no necesariamente tienen que tender a la media en periodos largos de tiempo, máxime cuando todo evoluciona, los márgenes se expanden y algunos negocios se vuelven más predecibles. Al margen de periodos de irracionalidad o crisis, lo cierto es que lo normal es que la bolsa siempre suba a largo plazo, las economías crezcan y las empresas ganen dinero, haciendo por ello más ricos a sus accionistas. 

    Ya sabemos que un año más la estrategia de la Smart Social Sicav este año seguirá siendo que las cosas volverán a su media (corto 99% en el Nasdaq), como si la media del valor intrínseco de las compañías no pubiera también subir conforme lo hace el precio de las acciones, puede que algún año acierte, puede que este, yo no lo sé.

    Pues bien, yo mismo me hice esta pregunta, y poniendo en relación la frase anterior de Newton con lo de la Ley de la gravedad llegué por casualidad a la conclusión de que para este viaje mejor ir acompañado de un buen compañero de viaje, es decir, a hombros de gigantes.  

    No soy adivino y tampoco soy muy exigente, sólo quiero compañías que tengan crecimiento sostenible en ingresos y beneficio durante los próximos 5 años, un balance sólido, poca o nada de deuda y que cualitativamente no tengan rival, algo que podemos decir se cumplen casi todas las compañías del top 10 mundial por capitalización. 

    Pero tras haber salido en calzonzillos de mi última aventura inversora en la muy democrática China comunista del dictador Xi Jinping, lo que más valoro es poder dormir bien por las noches y eso sólo se puede hacer compartiendo destino y viaje con gente de fiar, no con comunistas.

    Por ello, para este viaje que comienza el próximo lunes voy acompañado de Jeff Bezos, Warren Buffett, Mark Zuckerberg y Reed Hastings, también de otros mucho menos conocidos pero que actúan conforme lo que dicen y hacen, todo lo demás va a fondos indexados.

    Ya sé que Amazon está muy cara, pero para mí es la mejor empresa del mundo y no se me ocurre una idea mejor en la que poner mi dinero. 

    Ya sé que Warren Buffett y Charlie Munger están muy mayores y cerca del ocaso y que las decisiones importantes en Berkshire ya las toman otros, pero me siento muy seguro en su barco de liquidez junto con Bill Gates y su fundación.

    Ya sé que ya no uso Facebook (lo odiaba), y que los hijos de Paramés no usan Instagram, pero las venta de Oculus se han disparado estas navidades y las quiero como regalo de reyes, además lo del Metaverso no pinta tan mal, siempre y cuando salga bien, mientras tratan bien al accionista.

    Ya sé que Netflix también está muy cara, que son unos progres y que es un pérdida de tiempo ver series o películas, pero es una compounder que realmente me emociona, pues fue la empresa que transformó una industria hundida como era la de los videoclubs a liderar el streaming con planes para producción masiva de películas, series y ahora también parece que videojuegos en los próximos años.

    También sé que el S&P 500 está caro, y que sólo un puñado de empresas sostienen el índice, ¿pero qué más da si compartiré el mismo destino que los gigantes al ir subido a sus hombros? ¿Y usted a hombros de quién va en este 2022?

*(Entiéndase la bolsa americana y no la bolsa de pipas que tenemos en España).

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